En solo ocho semanas, la huerta escolar del Gimnasio La Montaña ha logrado producir más de 75 kilos de alimentos frescos y orgánicos, que hoy hacen parte del menú escolar. Este resultado, es fruto de un proyecto que combina pedagogía, sostenibilidad y trabajo colaborativo.
La huerta nació como una apuesta institucional por el aprendizaje activo, la alimentación saludable y la formación en ciudadanía global, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 12: Producción y consumo responsables. Desde su creación, se ha consolidado como una aula viva al aire libre, donde los estudiantes siembran a su vez que cosechan experiencias.
El proyecto comenzó el 19 de marzo de 2025 con la siembra de más de 20 especies de verduras, entre ellas espinaca, rábano, lechuga crespa, rúgula y cilantro. Para su implementación, se adecuó un terreno de 900 m², enriquecido con tierra negra, cascarilla de arroz, gallinaza compostada y humus de lombriz. También se incorporaron técnicas sostenibles como el riego manual, camas de cultivo elevadas y el uso de repelentes naturales.
Entre el miércoles 23 de abril y el lunes 12 de mayo, la huerta entregó sus primeros frutos:
- Espinaca: 31 kg
- Rábano: 17,3 kg
- Lechuga crespa: 18 kg
- Cilantro: 4,7 kg
- Rúgula: 4 kg



Estos vegetales fueron recolectados y entregados a la cocina del Colegio, integrándose directamente al menú escolar. De esta manera, el proyecto no solo impacta en el aula, sino también en los hábitos de alimentación de toda la comunidad.
La huerta del GLM, se proyecta como un espacio para el desarrollo de proyectos de investigación, mercados escolares, siembras por curso y actividades comunitarias. Todo esto integrará las diferentes áreas del conocimiento: ciencias, matemáticas, arte, ética, sociales y lenguaje con el fin de estimular el pensamiento crítico, la creatividad y la conciencia ambiental.
La rotación de cultivos por curso desde K4 hasta 11°, la integración curricular a través de proyectos STEAM y el seguimiento científico del impacto, permitirán que la huerta escolar siga creciendo como un símbolo del compromiso del GLM con una educación transformadora; conectado el aprendizaje, promoviendo el consumo responsable e impulsándonos hacia la cima de una educación sostenible.